LA CULPA. Ese feo sentimiento que tan poco nos ayuda. La frase: me siento culpable cuando me salto la dieta la escuchamos cada día varias veces en consulta. Hablemos de ello.
Sentir culpa cuando hacemos algo mal es humano: de niños aprendemos a sentirnos culpables cuando nos saltamos alguna norma. Así que llevamos años dejando campar a sus anchas en nuestras mentes todas esas sensaciones que vienen de la mano de la culpa: tristeza, frustración, agobio, desánimo… ¿Y nos ayuda en algo todo eso?
A veces la culpa es tan grande que nos bloquea. Nos lleva a tener pensamientos tóxicos que nos hacen la vida mucho más difícil.
En el ámbito que nos ocupa, el de mejorar nuestros hábitos de alimentación, es súper frecuente esta cadena:
○ Me he saltado la dieta ► me siento fatal ► y empieza la ronda de pensamientos tóxicos, algunos ejemplos:
– Nunca hago nada bien
– Ya estropeé todo
– No es mi momento
– Mira que soy…
En fin: en algún momento todos hemos pasado por ello.
Es una especie de voz interior maliciosa que nos susurra esas cosas y nos hace sentir tan mal que podemos llegar al extremo de abandonar nuestro proyecto de comer mejor, de sentirnos mejor y estar más sanos.
¿Qué puedo hacer si me siento culpable cuando me salto la dieta?
Os lo contamos en el vídeo de esta semana. Un breve repaso sería:
1. Sé consciente de que es natural que nos saltemos las normas de la dieta alguna vez. ¡No es un delito!
2. Procura no saltártelas sin cabeza (no es lo mismo saltarte la dieta tomando 3 tapitas y beber agua para cenar con los amigos, que tomar 6 tapas y beber 4 cervezas).
3. Una vez que te la saltes, ¡bloquea esa voz interior mala! Hazla callar y convéncete de que…
4. La siguiente toma que tengas pendiente, la harás bien. Es decir: borrón y cuenta nueva. No esperes “al lunes”.
5. Sé consciente de que la próxima vez que te encuentres en una situación parecida, lo puedes hacer un poquito mejor.
Al cabo de un tiempo esas mejores decisiones en relación a la comida te saldrán de forma automática y sin sufrimiento. Lo vemos a diario. Si los demás pueden, sabemos de sobra que tú también.
¿Vemos el vídeo?
